Cristóbal Orozco, baterista profesional

Músico de alma y profesión

Cristóbal Orozco es un reconocido baterista egresado el año 2005 del Instituto Profesional “Projazz”, con el título de Intérprete instrumental con mención en batería. Ha incursionado en una vasta gama de proyectos musicales con variados estilos (Rock, Jazz, Metal, Pop, Funk, Latin, Pop, NewProg, Nu-Jazz). Actualmente es el baterista del grupo Octopus (banda de metal progresivo), y ha participado en otros grupos, tales como PerezBand, Amarantha, Gloria Pérez cuarteto, Pwesk.

Orozco trabaja como músico de sesión y ha compartido escenario junto a músicos como Pablo Herrera y Andrés de León, entre otros. Con tan solo 26 años, es profesor de batería en la escuela donde estudió e imparte clases particulares de batería. Fue su padre, el cantautor Cristóbal Orozco, el que lo impulsó a dedicarse a la música y le inculcó la virtud de la responsabilidad, la cual -según afirma- es clave para triunfar en el ámbito musical.

Cristóbal nos recibe con una acogedora sonrisa en su sala de ensayo ubicada en el centro de Santiago. Tres baterías -dos Gretsch y una DW- ocupan la mayoría del espacio de la sala. Lo que más llama la atención es la abundante cantidad de libros de música acumulados en torres. Sin siquiera hablar con él, se pueden apreciar dos cosas: una, que el amor que siente por la música es un compromiso serio; y, dos, que no deja de estudiar.

Nos cuenta que dio sus primeros pasos como músico a los seis años. “A mi hermano mayor le habían comprado una batería. Al probarla, se dio cuenta que lo hacía bien, pero cuando yo toqué, se supo que la batería iba a quedar para mí”. Su padre, que tenía relación con músicos profesionales y sabía cómo funcionaba la industria musical, lo incentivaba a estudiar de manera constante. “Hubo un tiempo en que fue una especie de castigo, llegaba a ser latero. Siempre me recalcó que había que hacerlo bien o me iba a morir de hambre”.

Antes de entrar a estudiar, Cristóbal tocaba con sus amigos como hobby, pero luego de ingresar a estudiar a la escuela, empezó a ligarse con músicos más profesionales, se juntó con amigos que escuchaban música similar a él y así es como en el año 2001, nace Octopus. “No fue como: hagamos una banda, ya que no nos dimos ni cuenta cuando estábamos tocando esto”, aclara.

En cuanto a las influencias de Octopus, explica que al comienzo siguieron el estilo de “Dream Theater”, pero que actualmente Meshuggah es su principal fuente de inspiración. Es muy preciso cuando se refiere al tipo de música que crean y a sus composiciones. “Lo que pasa es que la música que hacemos no da para improvisar, porque es súper matemática. No va en que yo llegue y tire un acorde y que de ahí se construya algo. No se puede, o si no suena cochino, sin una partitura es más lento. Se puede lograr, pero uno se ahorra meses si se está leyendo. Por eso es música para músicos, el 90 por ciento de nuestro público son alumnos o nerds amantes del progresivo”.

Orozco en profundidad


- ¿Cuál es el tipo de aporte cultural que pretende inculcar tu música?

-Yo creo que la gente que nos va a ver y que le gusta, nota que hemos estudiado, porque no es llegar y tocar. Y, por eso, en Europa y en otros países nos han valorado. Lo que uno inculca al músico que nos va a ver es que tiene que irse a estudiar si es que quiere tocar lo que a él le gusta escuchar. Y para los que no son músicos, el profesionalismo. Que te vean y que se den cuenta del equipo, de la calidad del sonido, de los instrumentos. Eso es lo que hay que expresar, porque así se genera entusiasmo para apoyar a las bandas y asistir a los conciertos.


- Como docente, ¿cuáles crees que son las tendencias emergentes de la música chilena juvenil?

- El músico joven chileno está muy ligado a dos extremos: al jazz y al metal, que tienen que ver con estilos ricos para tocar, pero a la vez difíciles y que hay que estudiarlos. Como el músico chileno hoy en día está intentando tener un nivel más "pro", sin querer, llega a estos estilos. Yo antes no escuchaba nada de jazz, pero para entender la batería tengo que ir a donde mi instrumento partió, y partió en ese estilo. Hay mucha similitud entre el jazz y el metal progresivo que hacemos nosotros.


- ¿Cuáles son tus proyectos?

- Me voy a ir a estudiar a fin de año, quiero ir a hacer un master de batería en Los Ángeles en el “Musicians Institute” que es uno de los tres centros como pro-jazz, pero "gringo". De ahí salen todos los músicos de sesión de la vida. Es cosa de plata nomás, si junto la plata de aquí a fin de año me voy. Este año ha sido muy bueno para mí porque me he solidificado como profesor, tengo 29 alumnos particulares. En cuanto a mi vida personal, me fui a vivir solo, me voy a casar. Mi plan es poder solidificar todo lo que ya tengo.


- ¿Te gustaría dejar un mensaje a los músicos emergentes?

- Si quieren hacer algo, sean profesionales, sea en el estilo que sea. Cuando tengan un concierto, sean puntuales, preocúpense por la gente que los va a ver. Hay que invertir en la banda y estudiar. Esa es tu pega, tú estudias, sacas un disco "pro" y lo dejas en el mercado. Si se vende o no es al azar, tú no sabes qué va a pasar.
Nunca me voy a olvidar de cuando entré a la Projazz. El rector nos fue a saludar y nos dijo que los que estaban ahí para "carretear", se pararan y se fueran. Si al final egresa y triunfa el que se toma el asunto en serio…


Cristobal ha puesto énfasis en la responsabilidad y en el profesionalismo que debería tener un músico. Sin embargo, hay una tarea pendiente: la del público. ¿Cómo podríamos nosotros fortalecer la escena musical chilena?


Por Marianne Van De Wyngard.

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¡Exclusivo 'solo' de batería de Cristóbal Orozco para NacenSonidos!